PAPINI, Giovani.- Jesús cura, pero no tiene nada de brujo ni de exorcista. No recurre a tetragramas, a encantamientos, talismanes, humaredas, velos ni misterios. No llama en su ayuda ni a los Cielos ni a los Infiernos. Le basta una palabra, un grito, una dulce voz, una caricia. Basta su voluntad y la fe de quien pide. A todos les pregunta: “¿Crees tú que Yo pueda hacer eso?”. Y cuando la curación está hecha: “Ve, tu fe te ha curado”. [Ver más] |