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***¿Alguna vez soñaste con atender una Cátedra de Ocultismo en tal o cual Universidad prestigiosa, no como mera curiosidad antropológica sino en la dignidad de Alta Ciencia? ¿Alguna vez deseaste experimentar, teorizar - investigar en fin - y graduarte en Materia Oculta, no en el vacío científico - agujero negro de creativa racionalidad -, ni en los engramas 'consumista', 'sensacionalista' - rémora de la evolución -; sino del brazo de las siempre ínclitas Física y Musicología, y en la dinámica de tu propia transformación espiritual? Si es así, quiero hoy invitarte a conocer a uno de los constructores avanzados de esa otrora utopía: Donald J. DeGracia, y lo haremos juntos a través del medio más humilde pero quizás el más digno que conozco y hace justicia a un autor: la lectura de su obra.
***Donald J. DeGracia no necesita presentación en lengua inglesa -sí tal vez en español-. Allí donde la mayoría se rinde a la ideología del cientismo y no quiere ver en la Agartha ocultista sino irracionalidad, contracultura, pseudociencia y neurosis, él ha desarrollado una obra en la que reivindica a las llamadas Ciencias Ocultas y proclama la necesidad de su mutualidad con la Ciencia; donde, de su intercambio e interiluminación surgirán grandes avances para el saber y la conciencia colectivos de nuestra humanidad. El libro que revisamos se estructura en tres secciones.
***La primera de éstas sirve a dos propósitos. Por un lado, levantará el problema histórico y filosófico de la evolución-involución de las relaciones entre ciencia y ocultismo en el escenario occidental. Concomitantemente, nos otorgará el necesario background sobre el ocultismo y la ciencia modernos supuesta la no familiaridad de los lectores con uno, otro o incluso ambos terrenos.
***Es en esta sección que, iniciando sus afanes (capítulo I), respiramos a un autor sumergido en el asombro (madre del saber filosófico como no se cansan de recordárnoslo nuestros viejos profesores), contemplando la diacronía del tiempo en la sincronía de la conciencia, y realizando la importancia de la historia en la [re-]presentación del objeto para la performance analítica o el mismísimo quehacer pedagógico. Se retrotrae a sus tiempos de estudiante y encuentra falente la tradicional pedagogía universitaria que abstrae el conocimiento (o, más exactamente, ciertos conocimientos) de sus condiciones biográfico-personales e histórico-sociales de descubrimiento o construcción, y que al atemporalizarlo lo reinterpreta según los propios prejuicios y parámetros de su marco epistemológico. La resultante: una degradación e incomprensión que pasan por oficiales en la retórica institucional dominante, con la reproducción ampliada ejercida por el estudiante acrítico y la autocomplacencia del sistema.
***DeGracia toma el pulso a la civilización occidental del siglo XX, particularmente en sus sistemas cognitivo y axiológico (formateados a gran escala por la ciencia); expone la aceleración del cambio que le caracteriza y la apertura mental requerida para adaptarse a su ritmo; analiza las transformaciones que este tiempo ha traído desde la ciencia (Prueba de Gödel, Mecánica Cuántica, Teoría del Caos, Geometría Fractal) para el edificio de la ciencia misma y su metafísica (crisis del positivismo), obligándola a abrirse por derroteros que lindan o van de la mano con otras formas de aprehensión de y vinculación con la realidad (saberes antiguos, doctrinas ocultas) que, a un tiempo prestigiosas, fueran eventualmente separadas de la oficialía (en razón de la incomprensión que les circuía, la necesidad histórica y el juego de intereses arriba bosquejados), y que hoy por hoy aparecen redescubiertos, reinterpretados, redivivos en el escenario del saber y en la preferencia de las gentes. El mensaje patente es la necesidad de más de un enfoque (complementariedad, perspectivismo) para tratar con este mundo y la posibilidad, conveniencia y necesidad de [una o más] síntesis de perspectivas.
***Esta entrada le permite (capítulo dos) pasar revista a cuatro grandes clases de conocimiento - filosofía, ciencia, ocultismo y misticismo -, delineando sus características y posicionamiento social en Occidente (un proceso histórico-dependiente). Destaca su primigenia complementariedad (Antigüedad, Medioevo); su avenida autosuficiencia y hostilidad (Modernidad, con la ciencia de inspiración mecanicista y positivista); la formación de ejes 'científico-filosófico' y 'místico-ocultista' en la distribución social del poder, la imposición del primero y destierro del segundo y, finalmente, la emergencia contestataria de la metafísica amarrada a la Nueva Ciencia en el debate Ciencia - Misticismo (Capra, Zulav, Wilber). De la mano de Van der Leeuw que hace del ocultismo y del misticismo extensiones de la ciencia y la filosofía respectivamente, DeGracia circunscribe su interés al debate ciencia - ocultismo.
***De este modo penetramos con él por las arterias de la ciencia contemporánea (capítulo 3), del ocultismo contemporáneo (capítulo 4), de los racionalizadores de este último (capítulo 5) y arribamos a un inesperado acercamiento y encuentro protagonizado por una ciencia más evolucionada (capítulo 6), que desencamina a su gusto o pesar algo de lo dicho u obrado por su antecesora en tanto y cuanto no pudo comprender la metafísica y la gnoseología ocultistas (por cierto, con la solidaridad de algunos de sus cultores y el clima cultural del tiempo como conspiradores), pero sí ejerciera sobre ella un protervo poder. Ahora que se miran frente a frente, en la especularidad de sus respectivas construcciones, las cosas no pueden quedar allí. El siguiente paso es la síntesis y en ese horizonte avanza el autor.
***En el desarrollo del capítulo 3, asistimos a una desmitificación de la ciencia, al destierro de los estereotipos elitistas y populares de su seno. Y el autor lo hace en clave histórica. Con esto, antes que quitarle prestancia, le reintegra dignidad, humanidad, sin la cual todo lo que se hace bajo el nombre de ciencia es imagen proyectada ... Y nadie vive sólo de imágenes o no puede asegurar con ellas su sostenibilidad - como ciertos publicistas quisieran hacérnoslo creer - si su apariencia no se condice en cierto grado con su realidad. De aquí adopta la perspectiva kuhniana implicando sus conceptos 'Paradigma', 'Ciencia Normal', 'Ciencia Extraordinaria' y 'Revolución Científica' para describir la estabilidad y los cambios en el ejercicio científico. Y en esta dialéctica osa incorporar los constructos 'Ciencia' y 'Ocultismo' como paradigmas en competencia.
*** En otra entrada importante visiona la falta de unidad en el edificio de la ciencia misma y da cuenta de ello a través de los constructos dicotómicos 'ciencia pura/ciencia aplicada' y 'ciencia dura/ciencia blanda', cuya pertinencia evalúa. Más adelante veremos cómo al integrar la ciencia con el ocultismo, genera modelos cientiocultistas para la psicología, la sociología y otras disciplinas reconocidas habitualmente como ciencias blandas; modelos que se condicen con el marco de trabajo de las ciencias duras. De este modo, asistimos al quiebre de la dicotomía como producto de la síntesis de ciencia y ocultismo modernos.
***Lo anterior es posible gracias a la ingerencia de la Teoría del Caos, la Geometría Fractal y la Física Cuántica. En esta parte de la exposición, el autor distingue dos patrones de comportamiento en los fenómenos: aleatorio y caótico. Al conocimiento (observación, medición, descripción) del primero aplicará la Teoría de la Probabilidad; al del segundo, la Teoría del Caos. Desarrolla esta última noción en términos de 'complejidad' y 'simplicidad', 'iteración de ecuaciones' y 'atractores'. Por otro lado, nos introduce a la geometría fractal a través de los conceptos de 'forma fractal', 'autosimilitud' y 'niveles de resolución'. Fractales y caos constituyen principios de organización presentes en la naturaleza, el comportamiento humano y los fenómenos sociales, y están implicados y prefigurados - ¡oh sorpresa! - en las doctrinas ocultistas, como se las arreglará para mostrarnos a propósito del Axioma Hermético y los Planos de la Realidad. Finalmente le llega el turno a la Mecánica Cuántica, donde al comportamiento de sus entidades de referencia (vg. átomos, partículas elementales) modelará con una metáfora musical ('la materia como una vasta sinfonía de tonos atómicos') como hubiera gustado el gran Pitágoras.
***El cuarto capítulo es tramado con una lógica similar a la del precedente. Aquí nuestro autor tiene que enfrentar la distorsión de la que ha sido víctima el ocultismo al asociársele indebidamente con cultos y rituales (Satanismo, religiones diversas), modas (New Age, Underground), contestividad personal-social (estilos de vida alternativa, sexo, drogas), categorías y conceptos paralelos (Parapsicología, ESP), entre otros fenómenos concurrentes de interés social, antropológico y científico. Superada ya esta valla, se topa con el más difícil reto de la perfilación diferencial del ocultismo en función a su venero occidental (con énfasis en la manipulación simbólica y la aplicación mágica) u oriental (pronunciando los estados alterados de conciencia, las técnicas conducentes y los conocimientos subsecuentes), las multivarias franjas de su espectro que definen o comportan objetos de interés y actitudes (procientíficas o anticientíficas) específicas. También atiende a sus portadores históricos (vg. sociedades secretas). Para puntualizar, dos son las conquistas teóricas de este capítulo: la definición de ocultismo* y su caracterización como ciencia**.
***El capítulo cinco se ocupa con una muestra de autores que, en pleno siglo XX, contribuyeran significativamente a transformar la agreste jungla del ocultismo en un zoo domesticado. La revista inicia con los teósofos Annie Besant y Charles W. Leadbeater, quienes acarreando el Arca de Noé que representa la gigantesta obra de Mme. Blavatsky, y premunidos de vocación social más acceso filosófico-metafísico, la una, y pesquisa científica y dotes clarividentes, el otro, sientan la base para la re-introducción y racionalización de esta visión del mundo a los ojos occidentales. Prosigue con el giro epistémico que significara para la Astrología la obra de su filósofo Dane Rudhyar; y remata con la desafiante visión de Seth, entidad no física, de preclara signatura intelectual y aventajada conciencia multidimensional.
***De Besant y Leadbeater se resalta una síntesis ocultista con espíritu occidental y nutriente oriental, que con marco de referencia en la teosofía de Blavatsky y la agencialidad de una visión astral yóguicamente educada (siddhis), explora y conceptualiza los referentes ontológicos de los llamados 'planos de existencia', penetrando en sus principios de organización (septenario fractálico), su fenomenología (subjetivo-objetiva) y habitantes (formas de pensamiento, elementales, entidades desencarnadas, etc.), al tiempo que estableciendo sus correspondencias y vehículos con la 'anatomía oculta del hombre'. DeGracia invita a reivindicar la deuda que tienen con estos autores la Parapsicología, la Psicología y las Ciencias Sociales. Además, evidencia su performance precursora (o -si lo prefiere- utilización anticipada) de algunos instrumentos conceptuales de la ciencia actual, impensables para el marco temporal en el que escribieron los dos.
***De Dane Rudhyar resalta su aproximación filosófica a la Astrología ("Filosofía de la Totalidad Operativa"), su inspiración occidental (simbolista y comprensiva antes que moduladora conciencial), su reorientación axiológico - actitudinal (apuntando a la diana de la vida antes que a la metapsíquica), su carga antrópica ("Astrología Humanística" que valora la salud, integración y ajuste humanos), su vocación por una síntesis del ocultismo (en lo que tiene de intuitivo y racional, artístico y científico, subjetivo y objetivo), y su consonancia con y relevancia para los desarrollos paradigmáticos de la ciencia contemporánea (geometría fractal y teoría del caos).
***Encuentra que su contribución es al mismo tiempo innovadora en la historia del Ocultismo como, paradójicamente, más cónsona con el espíritu del Axioma Hermético que lo que estipula el estereotipo de la Astrología Tradicional. Allí donde ésta pretende fundarse en una paracientífica versión de la actual exobiología (que Rudhyar llamará Cosmoecología), él la redefine como el "estudio simbólico de la conducta de los ciclos dentro de los ciclos, dentro de los ciclos", apelando a la similitud en los patrones cíclicos a escala astral y humana, que autorizan a escudriñar el libro del cielo para dar sentido al libro humano. Otrosí propondrá un giro lingüístico que a la Astrología formaliza parcialmente al visionarla como un "Álgebra de la Vida", que se investirá de significado sólo al asociarse con la temática de las distintas ciencias en lo que es significativo a la experiencia humana. Se trata entonces de una formalización parcial porque, a diferencia de la matemática - y esto con reparos filosóficos - , su simbólica no es arbitraria.
***Importa mencionar a término - para consecuentar la línea discursiva del autor - que las ideas rudhyarianas se condicen con las novísimas nociones de "autosimilitud", "escala de resolución" y "periodicidad" claves a la geometría fractálica y la teoría del caos, y esto no como producto de la casualidad sino como efecto de la coincidencia de Ocultismo y Ciencia en su penetración de la Naturaleza, con la ventaja temporal del primero fundada, entre otras cosas, en su filiación orgánica al Axioma Hermético***.
***El último invitado es Seth, presentado como una entidad energética cuyo espectro de conciencia - existencia trasciende nuestro modesto espan tetradimensional espacio-temporal y, por lo mismo, nuestra intelección del Universo. Sus enseñanzas canalizadas por Jane Roberts (un fenómeno del cual DeGracia tendrá algo que decir en clave de tesis, antítesis y síntesis con la ortodoxia teosófica) y transcritas por su esposo Robert Butts, aparecen revolucionarias tanto en relaciòn con la ciencia cuanto del ocultismo modernos. El autor nos introduce en las implicancias de la visión Sethiana que informa de una naturaleza plena de propósito, con diseño teleológico que no arbitrario, de la que somos parte participativa y constructiva antes que sufrientes pasivos; en esta moda desarrolla su concepto de "realización de valor" (value fulfillment) y analiza el replanteamiento de las nociones ocultistas de "plano de existencia", "anatomía oculta" y "reencarnación" en una tónica que se condice con las visiones Einsteniana y Everettiana, por decir lo menos. Deja empero sin cubrir otras áreas como son la cosmogénesis y la estructura del universo, la psiquis y las posibilidades abiertas a la conciencia, la comunicación interdimensional, etc., que apenas fungen de botón de muestra del universo conceptual de Seth. La evaluación que DeGracia hace de este inusual autor en relación con la síntesis de ciencia y ocultismo es positiva si tenemos en cuenta la actitud perspectivista (que, pese a la innovación que supone Seth, lo reconcilia con el tradicionalismo de Leadbeater, por ejemplo), integradora (que permite identificar puntos de contacto especulares de ambos, ciencia y ocultismo) y un valor agregado: su elevarse en abstracciones no se hace a costo de la pérdida de contacto con nuestra cotidianeidad (algo que la ciencia moderna sí tendrìa que envidiar al ocultismo, si no lamentar).
*** Clausurando esta primera parte, el capítulo 6 aborda un tema que tiene un tufillo a"tabú", y que podemos parafrasear alternativamente como: 1.- el encuentro de la ciencia y el ocultismo en la obra de autores científicos modernos ó 2.- la racionalización y reivindicación del ocultismo desde la Ciencia. Contra lo que podría predecirse, la posición del autor en relación con la Parapsicología**** dista de ser amistosa. DeGracia resiente y deplora en esta disciplina su vocación separatista del ocultismo (pese - y quizás por - la coincidencia objetual de ambos) asociada a un complejo por adquirir nueva identidad: la científica; lo que la ubica en una inestable posición ante el rechazo que de ella hace "su ideal". Pero, más allá del tema de la filiación estaría la incomprensión parapsicológica de la fenomenología que pretende estudiar (su reduccionismo al plano físico), de la que sus escenarios experimentales, metodologías y apelaciones teóricas (física cuántica) en niveles incorrectos son dramáticos indicadores.
*** En contraste, nos ofrece ejemplos de acercamientos exitosos que benefician los intereses de ambos paradigmas (científico y ocultista). Allí nos introduce a la visión tradicional de los chakras (de origen hindú, sus variantes, suestandarización teosófica) y su investigación actual (Kunz - Karagulla, Hiroshi Motoyama), la coordinación astrología - astronomía (Landscheidt), la investigación de las proyecciones astrales asistidas por tecnología (Monroe) y la interpretación científica de las investigaciones clarividentes (Phillips).
*** Shafica Karagulla y Dora van Gelder Kunz, médico y clarividente respectivamente, que observando a pacientes con dislexia, autismo, esquizofrenia, depresión maniaca, consumo de drogas y otros transtornos, comparan (y correlacionan) sus impresiones obtenidas desde la perspectiva convencional y la de la anatomía oculta (investigación clarividente en el plano etérico), sugiriendo correcciones al esquema tradicional de los chakras.
*** Con lo interesante que resulta la aproximación de las autoras arriba presentadas, ésta todavía sabe a "PSI" con el efecto de mantener renuentes a muchos científicos, quienes demandan evidencias mayores. Concediéndoles su derecho, llégale el turno a Hiroshi Motoyama, científico cultivado en Yoga, Yogui cultivado en Ciencia, quien trabajando en base a la Tradición Tántrica y la Ciencia de la Acupuntura China ha supuesto la manifestación de la energía sutil (prana, chi) en forma de efectos eléctricos, magnéticos y ópticos en emplazamientos asociados con los chakras y los acupuntos, desarrollado una tecnología (el AMI y el Instrumento Chakra) para detectar y medir dichos efectos en el cuerpo, e implementado diversos estudios experimentales que comparan los valores obtenidos en grupos diferenciados de sujetos por sus manifestaciones psíquicas o psicofísicas. Huelga decir que sus resultados son congruentes con la realidad de los chakras-nadi y los acupuntos-meridianos de energía. Sin embargo, no se crea que la empresa está exenta de problemas: allí donde Motoyama ha concluido creación (de novo) de energía física por el cuerpo a través de chakras activados (comportando ello una violación de la 1ra Ley de la Termodinámica), DeGracia interpreta - con base en la ciencia y en el mismo Leadbeater - transducciòn de energía no física en física operada por tales chakras. A una síntesis de ciencia y ocultismo conviene esta corrección de plana, por lo menos mientras no se disponga de un conocimiento de solidez superior al Termodinámico.
*** Otro autor citado es Theodore Landscheidt quien ha llevado las ideas de autosimilitud de la naturaleza, ciclicidad y holismo (descritas ya en referencia a Rudhyar) a un grado superior en la escala cognoscitiva, al aplicarlas a la Astronomía y la influencia de los ciclos solares sobre los patrones climáticos, las fluctuaciones del comportamiento animal, de las actividades económicas e incluso de la creatividad humana en la historia. Tuvo él la ventaja de disponer de cuidadosas observaciones y cálculos mátemáticos en la elaboración de sus modelos, trascendiendo de este modo el simbolismo rudhyariano pero manteniéndose en su filosofía.
*** Continúa Robert Monroe, el conocido proyector astral, que ha contribuido a la conceptuación, la descripciòn de la fenomenología, la inducción y registro tecnológicamente asistidos de las llamadas 'experiencias-fuera-del-cuerpo' en un formato nutrido del conocimiento oculto pero presentado en clave científica. DeGracia, resaltando la novedad que Monroe supone a ambos - ocultismo y ciencia - y admitiendo la efectividad de su tecnología (el Hemi-Sync), adelanta empero sus dudas respecto a la fundamentación teórica y opone la estimulación del Ajna Chakra como mecanismo subyacente. De Monroe, rescata nuestro autor las experiencias de contacto con entidades desencarnadas y con la inteligencia extraterrestre en el espectro de la conciencia. Lo último pondría en tela de juicio el enfoque científico oficial que apuesta por los viajes espaciales (y la detección de ondas de radio anómalas, añadiremos).
*** Finaliza la revista con el Dr. Stephen Phillips, físico de partìculas - a quien sucede entrar en contacto con la Química Oculta de Besant y Leadbeater, y desarrollar a partir de ésta una reinterpretación en términos de la modernas teoría de Quarks, la Cromodinámica Cuántica y la teoría de Supercuerdas. El Dr. Phillips premunido de un arsenal de altas matemáticas (y no sólo el modesto pensamiento analógico que abunda en la subliteratura que pretende correlacionar ciencia y ocultismo), halla inexplicablemente en dicha obra datos precisos y desconocidos para los conocimientos científicos de la época en que los autores producían. Se reivindica de este modo la afirmación de estos autores - y del Ocultismo en general - de tener acceso cognitivo no convencional (léase: por vía psíquica o siddhis) a realidades sutiles. [sigue]
Revisión por: Eduardo Mendoza M.
Urania Scenia & Itipcap, Junio de 2007.
Advertencia: Esta es una reseña no oficial, por lo que puede tener errores de interpretación.
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* El ocultismo sería: "el cuerpo total de conocimiento y técnicas relativos al entendimiento de los lados ocultos de la naturaleza "(p. 46). Por estos últimos entenderá los 'planos no físicos', sus entidades y fenomenología. ** Para hacer esta afirmación, el autor ha distinguido dos sentidos del vocablo 'ciencia': 1.- Ciencia como cuerpo de conocimientos, técnicas y paradigmas (como son enseñados en las universidades) y 2.- Ciencia como cualquier actividad racional que procura describir la naturaleza y probar tales descripciones por alguna forma de experimentación. Es en el segundo sentido que se cataloga en esta obra al ocultismo como ciencia. / Sobre la distinción ciencia- ocultismo es decisiva la orientación alienista vs participativa que los caracteriza respectivamente en su proceso cognoscitivo, tomando como referentes la ética y la cotidianidad de nuestras vidas.
*** El Axioma Hermético, atribuido a Hermes Trismegisto es la columna visional y metodológica del Paradigma Ocultista. Su enunciado clásico "Como es arriba es abajo" prefigura, según el autor, el Principio de Autosimilitud presente en la moderna Geometría Fractal.
**** Para DeGracia, la Parapsicología no es ciencia ni en su sentido 1 ni en su sentido 2 del término, sino una actitud sincera pero desorientada. Duras palabras que el tiempo y las evidencias se encargarán de sopesar. Téngase en cuenta que en el campo experimental (con todo lo artificial y complejos que puedan y deban ser sus diseños de cara a los cánones metodológicos) la Parapsicología ha arrojado resultados que remueven y cuestionan a los escépticos de Psi.
Nota: Para esta reseña se ha empleado el texto:
DeGracia, Donald J.(web ed. 2000): "Beyond the Physical. A Synthesis of Science and Occultism in Light of Fractals, Chaos and Quantum Theory ".
Visite la página de Donald J. DeGracia en http://www.geocities.com/ddegraci y allí podrá encontrar éste y otros importantes textos de su autoría. |