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17A42/Ciencia&Ocultismo/DeGracia/BTPhy/EMM.SceniaReview

MÁS ALLÁ DE LO FÍSICO.
UNA SÍNTESIS DE CIENCIA Y OCULTISMO A LA LUZ DE LOS FRACTALES,
CAOS Y TEORÍA CUÁNTICA,

de Donald J. DeGracia, Ph.D.

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*** En la sección segunda, que anida ocho capítulos, se despliegan sendos escenarios para dar a luz híbridos de ciencia y ocultismo, implicando el análisis de 1).-las afirmaciones ocultistas y científicas sobre diversos fenómenos "no convencionales" abiertos a la experiencia, 2).-las diferencias entre estas dos aproximaciones a su conocimiento (cuando sub-legitimado), 3).- la discusión de la factibilidad y conveniencia de una eventual síntesis, 4).- la necesaria transformación de cada enfoque como precondición y/o efecto de la síntesis y, por cierto, 5).- la crítica de algunas líneas y políticas de investigación vigentes sea por su alienación o disfuncionalidad. En el transcurso, diversos productos (modelos) son expuestos en una moda de sucesiva integración.

*** En el capítulo 7, se propone ver bajo nueva luz el tema de los siddhis - factor de validación de las tesis ocultistas - recuperándolos del prejuicio de las masas, los extravíos de la ilustrada ciencia y, finalmente, de la mitología ocultista que al mismo tiempo los clarifica y vuelve brumosos. Sostiene - en alusión directa a la Parapsicología - que no es fructífero camino aquel que construye escenarios artificiales para estudiar los fenómenos psíquicos; que existe continuidad e interconexión entre los aspectos del psiquismo que consideramos 'normales' y aquellos a los que denominamos 'paranormales' (esto con independencia de las diferencias fisiológicas que se asocia a cada categoría), siendo ambos meros rótulos académicos que no contribuyen a otra cosa que alejarnos de su conocimiento y las actitudes adecuadas. Así, debemos abordar todo nuestro psiquismo con la misma naturalidad o sobrenaturalidad para no crear dicotomías.

*** Conceptos centrales de este apartado son los de 'resonancia', 'intención' y 'ruido' que se expresarán en nuestro ejercicio interactivo/comunicativo, dando lugar a grados de sensibilidad y expresión de nuestros vehículos no físicos, que, en dependencia de nuestra pauta actitudinal, catalogaremos como naturales o extraordinarios (siddhis).

*** Inferimos de este capítulo que el desarrollo de los siddhis está abierto - a disgusto de los buscadores de nuevas emociones - a quienes cultiven la actitud correcta, cierto quantum de autocontrol respecto de sus propios ruidos (proveído por la disciplina), y que atiendan antes a la 'intención' que a las formas. Otro modo es pérdida de tiempo o camino directo a la patología.

*** El capítulo que sigue se dirige a quienes inocente o descuidadamente usan ciertos términos de modo intercambiable para referirse a un evento o fenómeno sin atender que al interior de dichos instrumentos conceptuales subyacen metafísicas, heurísticas e instituciones distintas, con actitudes, supuestos y trayectos de investigación muchas veces antagónicos y diferencialmente productivos (o improductivos). Ilustra esta aseveración con su tratamiento de la triada Proyección Astral (de filiación ocultista) - Sueño Lúcido (de filiación psicológica) - Experiencia Fuera del Cuerpo (de filiación parapsicológica).

*** Conforme va avanzando en la exposición de sus ideas, DeGracia llama la atención sobre la concurrencia y atingencia del ocultismo con y para la psicología, y viceversa. Por eso, el capítulo 9 se aplica a descubrir el significado y composición de una ciencia psicológica tal. Lo primero que hace es cuestionar la potencia cognitiva y el estatuto normativo de la objetividad de cara a una ciencia psicológica. La objetividad, en su concepto, no es más que una condición extrema de la subjetividad en tanto como construcción mental (y paradigmáticamente dependiente) no puede trascender la mente misma. Sin embargo ello no lo lleva a la estacionariedad, sino a la búsqueda de la aproximación más correcta. Con esto en mente, asume como guía epistemológica la perspectiva de la 'Caja China', de Alan Watts, operando como una meta-visión-del-mundo que permite revisar cada enfoque o visión en sus propios términos y eventualmente relacionar inclusivamente (anidación) dos o más de éstas. Y descendiendo un nivel en nuestro discurso diremos que la metavisión que DeGracia propone es la síntesis de la ciencia moderna y el ocultismo (articulados en clave de teoría del caos, geometría fractal y mecánica cuántica) para, sobre esta base, construir una ciencia psicológica que supere tanto la dicotomía entre las "ciencias duras" y las "ciencias blandas" cuanto los vacíos de las psicologías convencionales.

*** Con el capítulo 10 llega a la Psicología su renovación cienti-ocultista. 'Como es arriba es abajo' - reza el Axioma Hermético; 'cada parte informa y refleja el todo' - evidencia el Holograma. Del mismo modo, nuestra conducta está regida por estructuras profundas (necesidades y motivaciones cogni-afectivamente ensambladas) que, lejos de cerrarse en su privacía, están abiertas al escrutinio público y quiéralo o no el viviente humano, sépalo o no, se perifonean permanentemente en la superficie de cada acto (u omisión). Importante para el autor es, pues, acceder a ellas, y lo hace no al estilo psicoanalítico apelando a un oscuro subconsciente (que reemplazará por los 'planos no físicos' de Leadbeater), sino introduciendo la 'organización contextual' de la mente humana y de los procesos de la personalidad, comunicación interpersonal e interacción sociales, donde el 'contexto' - marco de referencia, esquema de prioridad y unidad fundamental de la comunicación - estará incardinado a distintos niveles ontológicos (de lo orgánico a lo cultural y más allá) y dará cuenta de los sentidos particulares que percibimos en, pronunciamos u otorgamos a los hechos, en una moda similar a la ejercida por los paradigmas en ciencia. Se llama la atención sobre el frecuente y extendido problema de discomunicación por descontextualización o malinterpretación de nuestras proferencias.

*** Ya en esta arena psicológica no podía faltar una mirada renovadora sobre algunos de sus constructos principales. DeGracia tras fino análisis de los conceptos de 'Ego' y 'Personalidad' disponibles en Psicología (Freud) y Ocultismo (Leadbeater) modernos, logra concebir de ellos un híbrido, develar su geometría y justificar su necesidad en términos de heurística.

*** La 'Psique' en DeGracia denota el contenido total de nuestra experiencia subjetiva. Su anatomía refiere a los vehículos etérico, astral, mental y búdhico.

*** La 'Personalidad' es un sistema de entidades no físicas, simbiontes con nosotros, que circunvoluciona el punto Ego.

*** El 'Ego' - sentido de yo-icidad implícito a nuestra experiencia - es el punto de intersección de nuestra psique no física con el mundo físico; como órgano, su locación de interfase está a nivel de las glándulas pineal y pituitaria; como función, es el canal entre las aspectaciones físicas y no físicas de nuestra experiencia y el centro de control dinámico de la personalidad. Como propiedad fundamental cuenta su geometría de Möbio.

*** Este modelo tiene importantes implicaciones para la Psicología, la Parapsicología y la Psiquiatría, las que el autor no descuida explicitar.

*** El capítulo 11 nos entrega un excurso acerca del valor psicológico de la moderna ciencia física. Acá el autor somete a intensa crítica a la Parapsicología (devenida representante del enfoque occidental en el tratamiento de lo oculto) en tanto apela inadecuadamente - dice él - a la física cuántica, cuando trata de asomarse a la explicación de la llamada fenomenología psi.

*** Para DeGracia, el problema no radica en la Física Cuántica sino en: 1).- la incomprensión de los 'fenómenos ocultos'* (su ilícito reducionismo físico, cuando en realidad están en juego 'mundos', 'entidades' y 'procesos' no-físicos-pero-reales, de los que directamente no se ocupan los científicos) y en 2).- la adscripción de la fenomenología a niveles inadecuados de esta moderna ciencia. A diferencia de los que - como la mayoría de científicos y el mismísimo Ken Wilber - consideran impertinente el comportamiento cuántico a escala macroscópica, la crítica de DeGracia apunta a que en la apelación a la física cuántica no se debe pensar en términos explicativo-reductivos sino descriptivo y explicativo analógicos. El Axioma Hermético (o el Principio Fractálico de Autosimilitud, si se prefiere) fungiría de principio unificador.

*** En este capítulo el autor aprovecha el esquema de los 'planos de la naturaleza' según Besant y Leadbeater como clave de lectura de los fenómenos no físicos. Luego, toma los conceptos teósóficos 'forma de pensamiento' (del que expondrá su composición y psicogénesis tal como son vistos por el ojo clarividente), 'auras' y subsidiarios así como los más convencionales de 'comunicación interpersonal' e 'interacción social', para explicitar su descriptibilidad matemática cuántica. La moraleja epistemológica será la ventaja de modelar un amplio rango de realidades (psicológicas, parapsicológicas, sociológicas, etc.) en forma mecanicista (versus modelos 'transversales' de poca generalidad y dudosa potencia explicativa para cada disciplina o incluso temática) utilizando correctamente conceptos y principios generales de la física cuántica.

*** Los dos capítulos que siguen se ocupan de los fenómenos de percepción directa en estados de conciencia alterada, atendiendo a su valor inmanente como a sus implicancias para la investigación científica y nuestra ubicación metafísica (ontología). Cuentan acá las percepciones obtenidas en proyecciones astrales/sueños lúcidos, las inducidas por drogas alucinógenas y la hipnogogia - materias en las que nuestro autor demuestra amplia familiaridad y experticia. Especial atención recibe, sin embargo, la segunda categoría.

*** En el capítulo 12, la potencial síntesis entre ciencia y ocultismo es visionada a la luz de la moderna neurociencia. Subyace la idea de una necesaria reformulación de los conceptos ocultistas en los lenguajes de dicha disciplina (fisiológico, bioquímico, genético y computacional), en tanto aplicables, para lograr que los científicos incursos en estos quehaceres 'perciban' las ingentes posibilidades que la materia oculta comporta para sus respectivas disciplinas, pues estarían paradigmáticamente enceguecidos o maniatados respecto a ella. El ocultismo fungiría de nexo entre la física, la bioquímica y la psicología cuando se trata de comprender el mundo de la mente y de las emociones.

*** Aquí el autor se vale de la Psicofarmacología - específicamente, del capítulo de drogas psicotrópicas - para validar las 'realidades ocultas'; y lo hace en tanto estas sustancias impresionan tener un efecto inductor/farmacomimético de la actividad kundalínica y, por ende, un influjo sobre ciertos chakras que resulta en siddhis o análogos (llámense: clarividencia, experiencias extracorporales, conciencia de vidas pasadas y otros por el estilo).

*** En apoyo de esta tesis, por el brazo fenomenológico, sigue naturalmente una exposición de la similitud entre las percepciones inducidas por psicotrópicos y aquellas a las que acceden los ocultistas (plano astral, etc) a través de sus disciplinas (vg. prácticas yóguicas y tántricas del Budismo)** tal como son descritas por sus protagonistas y/o plasmadas en arte tradicional. En ambos casos es incisivo en mostrar por varios trayectos su morfología fractálica. El autor quiere ver en esta coincidencia la percepción directa (magnificada = anima = micropsi) de procesos y patrones cerebrales (intrínsecamente fractálicos), planteando éstos como probable base fisiológica común.

*** Por otro lado, presenta una relación de los chakras que estarían comprometidos/asociados con los efectos de ciertas drogas psicotrópicas y cita algunos estudios que dan cuenta de posibles escenarios bioquímicos del medio interno asociados a la activación de la kundalini.

*** Finalmente, DeGracia advierte la comprensiva reactividad expectable por parte de las comunidades ocultista y científica ante su atrevida asociación y relativa equiparación de las 'experiencias místico - ocultistas' la 'geometría fractal' y las 'sustancias psicoactivas', la que procura superar adoptando la investidura de un "científico puro". Tampoco es ajeno a la valoración del uso de las drogas psicotrópicas (ie. alucinógenos) en los entornos ocultista (con un Leadbeater en contra y un Crowley relativamente permisivo), científico (frente a la ortodoxia, envisiona una vía restringida a la autodeterminación de los científicos - la 'autoexperimentación controlada' -, sin perder la nota de responsabilidad) y social. Un sentimiento de desasosiego por las actitudes tabú-prohibitivas (vestiduras de la incomprensión) de la sociedad y la Academia hacia estas sustancias y su estudio científico asociado a la conciencia humana se deja percibir. ***

*** El capítulo 13 tiene una tónica más autobiográfica y mucho colorido. En un primer apartado el autor nos describe sus vivencias directas y las de sus acompañantes - testigos en estados de conciencia alternos (vehiculización de micro psi) inducidos por el consumo experimental de psicotrópicos (ie. alucinógenos). A continuación organiza racionalmente estas experiencias (cita 4 elementos típicos: el 'ciclo lock-mold', la 'meme-bacteria', la 'espiral' y el 'campo-color-holográfico'; expone la organización fractálica [anidada] del espacio perceptual), destaca sus características principales (especificidad de cada experiencia, reproducibilidad a menor intensidad fuera del activador químico, intersubjetividad, lucidez, modulabilidad del foco, sentido de amplificación visual) y nos da cuenta de su probable mecanismo en clave ocultista (activación kundalínica, estimulación de chakras: particularmente del ajna chakra). De allí ofrece un mecanismo neurológico para cierto subconjunto de fenómenos de micropsi (amplificación periódica del ruido oscuro entre circuitos neuronales que resulta en imagenes que adoptan formas del tejido cerebral). Luego correlaciona los contenidos de las "alucinaciones" con el cuerpo de conocimientos de las ciencias. Por último, pone todo lo dicho en 'correcta' perspectiva (la importancia del background del sujeto en la asimilación e interpretación de la imaginería****).

*** La relación anterior pone al autor en una situación crucial: tiene que apuntar al problema de la naturaleza de los mundos astral, mental, causal, búdhico, etc. como productos del cerebro o relativa - por si no absolutamente - independientes de él. DeGracia quiere interpretar su experiencia en psicodelia como teniendo por referente el plano físico y/o una frontera borrosa, una intersección de los planos físico y astral, de ningún modo el plano astral (y superiores) en su plenitud.

*** Se ha antelado, pues, el valor metafísico de los capítulos 12 y 13, porque de la discusión de la posición relativa de nuestro cerebro y SN en relación con la realidad y conciencia multidimensionales depende en último término la síntesis de ciencia y ocultismo que se quiere construir: una síntesis que conllevaría a la absorción total o parcial de un paradigma en otro, o a la emergencia de un paradigma unificado diferente de los dos seminales aunque inclusivo y amplificador de sus respectivos potenciales. Al menos esta última parece ser la visión del autor.

*** El capítulo 14 titulado "Un nuevo concepto de movimiento" es quizás el más importante del libro. Aquí el autor nos recuerda la importancia que para el desarrollo de la ciencia ha tenido la correcta apreciación del fenómeno del Movimiento, desde Aristóteles a Newton, a Einstein (relatividad), a los físicos cuánticos. Plantea el advenimiento de un nuevo concepto de movimiento que dará cuenta no sólo de las entidades físicas sino también de las no físicas. Concomitante a esto está la cuestión de la geometría implicada. Este capítulo se desarrolla en 5 apartados:

*** Bajo el rótulo de 'Disparidades entre Ciencia y Ocultismo', el primer apartado se dirige especialmente a sacudir a quienes creen que sólo actualizando, traduciendo y amoldando los contenidos ocultistas al pensamiento-lenguaje-instrumental científico-tecnológico modernos (en tanto agible, pertinente y heurístico) es como se podrá compatibilizar ambos paradigmas. Su moción es precisar las diferencias entre ciencia y ocultismo como prerrequisito de cualesquiera síntesis que se entreteja de ellos para evitar caminos disfuncionales o "monstruosidades". Es categórico en señalar que si bien ambos son "aproximaciones empíricas y fenomenológicas a la obtención de conocimiento", son con todo metafísica y metodológicamente distintos y que esta distinción tiene que ser respetada y superada para avanzar; ¿cómo? - a través de la acomodación de la ciencia al ocultismo como previa a la asimilación de la primera por este último.

*** El autor marca la diferencia metafísica entre ciencia y ocultismo en 1).- el alcance de los respectivos referentes de la realidad y su apertura a la experiencia (la cuestión de legitimidad de: planos, vehículos, instrumentos, mediaciones, informes, etc.) y 2).- en la actitud ética (alienista vs. participativa) de cada uno sobre el conocimiento y la naturaleza. Marca igualmente la diferencia metodológica, en la apelación científica (casi exclusiva) a la lógica deductiva - inductiva, con arbitrario punto de partida; mientras que el ocultismo es (principalmente, sin pretensiones de exclusividad) apriorista y analógico (lógica de correspondencias), con el principio hermético: "como es arriba es abajo" en el centro de su visión.

*** En el segundo apartado, 'Síntesis de Ciencia y Ocultismo', el autor enuncia los subproductos de su síntesis de conceptos científicos y ocultistas los mismos que son: una Física-no-física histórica, una Geometría de planos no físicos y una Psicosociología Cuántica Ecológica.

*** El tercer apartado está dedicado a explicitar ese extraño oxímoron de 'Física no física', y lo hace apelando al proyecto de una Teoría de Campo Unificado, cuya versión científica extiende para incluir las realidades que sin ser físicas pueden ser descritas matemáticamente como lo son sus pares físicas. Si la naturaleza es un patrón fractal infinitamente anidado e intrincado de interacciones de ondas, se hace necesario superponerle una cierta racionalidad. Desde el ocultismo moderno ya lo intentaron, entre otros, los teósofos con su Organización Septenaria; desde la ciencia, ya lo prefiguró David Bohm con su Orden Implicado. Desde una síntesis de Ciencia y Ocultismo el autor ilustra los trabajos de la Astrología Rudhyariana y el modelo bosónico de 26 dimensiones de espacio - tiempo (22 espaciales compactificadas a la apariencia tridimensional, una referida al tiempo) del Dr. Stephen Phillips; este último siendo compatible con el clásico teosófico y abriendo la posibilidad de los "siddhis". Este apartado tiene el atractivo de esbozar las diferencias y los planos de pertinencia de las escuelas de astrología trópica y sidérea.

*** 'Geometría no física' subtitula DeGracia al cuarto apartado de este capítulo, donde nos invita a observar el tren de nuestro propio pensamiento (y de nuestros sueños) y detectar su forma de movimiento (de asociación en asociación, de concepto a concepto) en el espacio subjetivo. De allí, comparar nuestras impresiones con los paradigmas conocidos (newtoniano, einsteniano y cuántico) e identificar el que mejor se presta a la descripción de nuestra experiencia. Una primera aproximación reporta la identidad entre nuestras formas-pensamiento y las partículas subatómicas en el hecho de desplazarse por saltos cuánticos, transiciones discretas, discontinuas. Este panorama es aumentado y corregido con una visión fractálica del proceso (anidación de pensamientos en pensamientos), jalonado por la intención, donde el modo de movimiento es similar al proceso de zooming en la curva fractal que practicamos (asistidos por ordenador) para aprehender los detalles a distintos niveles de resolución. La continuidad que percibimos en nuestro proceso pensante será una ilusión del mismo modo que lo es la continuidad percibida en el zooming fractal y la de los fotogramas en una película; los niveles de resolución en nuestro proceso pensante serían niveles de intención.

*** En el último apartado se propone comprender (modelar) la naturaleza cuántica - sí, leyó bien - de la conducta humana, la comunicación interpersonal y las interacciones sociales más amplias. Esto lo lleva a postular una 'Psicosociología Cuántica Ecológica'.

*** Para tal empresa se distancia de la línea predilecta del debate ciencia - misticismo (K. Wilber, L. Dossey, entre otros). Donde ésta resalta (apoyándose en EPR*****) la naturaleza no local de la mente (abstracción que no postula unidades funcionales) y la eficiencia de una comunicación independiente del tiempo - espacio, a expensas de la exactitud; él, en cambio, prefiere mantener una efectiva analogía con el comportamiento de las partículas cuánticas y priorizar el factor 'intención' al 'espacio - tiempo' en la comunicación. Por ello, empieza identificando la noción de 'memes' (unidad de replicación cultural) de Richard Dawkins con la de 'formas pensamiento' de Besant y Leadbeater, los analogiza con los quanta (patrones discretos), se introduce en el mecanismo de resonancia psicomagnética por el que operan dichas formas de pensamiento (ahora convenientemente diferenciadas según su escala y funcionalidad en micro y mega-memes) en el campo psicomagnético (mundos mental y astral); ilustra nuestro moldeamiento mental por los megamemes (ciencia, doctrinas religiosas, ideas políticas, identidades nacionalistas), visiona la comunicación como establecimiento de enlaces psicomagnéticos que conducirá a la formación de moléculas sociales vía renormalización (similar a la que opera entre partículas cuánticas) y termina con un seguimiento a los trazos (las 'meme-bacterias' del cap. 13) que dejan estas formas pensamiento en el Sistema Nervioso. [sigue]

Revisión por: Eduardo Mendoza M.
Urania Scenia & Itipcap, Junio de 2007.

Advertencia: Esta es una reseña no oficial, por lo que puede tener errores de interpretación.

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* 'Fenómenos Ocultos': terminología que prefiere el autor por a.- su sintonía con las llamadas "variables ocultas" en física cuántica y b.-por incluir los aspectos inobservables del psiquismo con los que trata la psicología estándar además de los típicamente parapsicológicos.

** Nótese que esta afirmación no implica identificar el rango de posibilidades de clarividencia inducida por psicotrópicos con el respectivo al que inducen las disciplinas ocultistas; tampoco implica afirmar que las percepciones clarividentes sean subproducto exclusivo del funcionamiento cerebral.

*** Aquí el autor no se refiere a sustancias como la cocaína que tienen un evidente efecto destructor del cerebro y del Sistema Nervioso. Se refiere a sustancias como las del San Pedro y la Ayahuasca (para citar algunas más comunes en contexto peruano). Como norma, todo uso de sustancias psicotrópicas alucinógenas debe ser hecho en condiciones de medicina tradicional o bajo supervisión científica. Aquí se plantea el uso de estas sustancias en contexto investigativo. Independientemente de la relativa inocuidad de algunas sustancias - y la evidente toxicidad de otras - cuenta su potencial abuso y la incriminación social de la práctica en ciertas latitudes.

**** Un sujeto cuyo background científico no fuera tan inclusivo como el del autor (física, química, bioquímica, biología, etc.) no habría podido asimilar y capitalizar la experiencia alucinógena como él lo ha hecho. Ante la moción de la determinación subjetiva de los contenidos de la percepción descrita en el capítulo cuenta oponer la intersubjetividad de dicha experiencia asegurada por los acompañantes del autor, con distinto background.

***** EPR: Paradoja Einstein - Podolsky - Rosen.

Nota: Para esta reseña se ha empleado el texto:
DeGracia, Donald J.(web ed. 2000): "Beyond the Physical. A Synthesis of Science and Occultism in Light of Fractals, Chaos and Quantum Theory ".

Visite la página de Donald J. DeGracia en http://www.geocities.com/ddegraci y allí podrá encontrar éste y otros importantes textos de su autoría.


Donald J. DeGracia Ph.D.

Exponente avanzado de la síntesis de Ciencia y Ocultismo. Es Profesor Asociado en la Wayne State University, de Detroit, Mich. Destaca por su familiaridad con los estados alterados de conciencia, su amplio background científico-cultural y su crítica posición respecto de la Parapsicología. Ha realizado diversas publicaciones de investigación en el área médica. Entre sus obras podemos citar:

  • Do OBE .
  • Beyond the Physical .

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