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¿Cómo se inició Urania Scenia & Itipcap?

La historia de Urania Scenia pasa por las contribuciones formativas que un grupo de jóvenes recibiéramos de formadores muy dedicados e ilustrados como Virginia Barrios, los hermanos Jim y Graciela Authvière y, muy especialmente mi amigo Juan Carlos Navarro. No podría señalar con precisión desde qué fecha. A esto se suman las influencias universitarias de profesores y condiscípulos. Puedo nombrar a Jorge Pajares, muy intenso en investigación y pensamiento crítico; a Javier Lauro, quien me facilitara repensar y replantear mi relación con la tradición Yoghística. Me correspondió, como tesista scenio, plantear las bases del metaprograma ITIPCAP, fundar su vehículo social en el 2001, e impulsar su desarrollo con relativo éxito. Desde aquí, un agradecimiento a nuestros mentores, a aquellos que nos otorgaron su orientación y confianza, condiscípulos, alumnos y asociados. Y desde aquí también, la renovación de nuestros votos por una trascendencia conciencial metafísica, epistemológica y social.

¿A qué temas se aboca la institución?

Nuestro temática nuclear - se podría decir - es la totipotencialidad de la Conciencia y sus articulaciones con el Saber y la Existencia; temática ésta que puede reflejarse y refractarse en diversos escenarios, claves y escalas.

¿Son Ustedes vehículo de alguna organización religiosa o política?

No, pero es necesario hacer precisiones. Somos una organización académica, sin fines de lucro. Creemos en la pluralidad de perspectivas desde las cuales los seres humanos nos relacionamos mutuamente, con otras especies y con los diversos ecosistemas del universo.

Dada la naturaleza de nuestros estudios estamos en íntimo contacto con diversas filosofías, religiones y escuelas de pensamiento que tengan algo que decirnos sobre la conciencia y la existencia. Con la misma vocación estudiamos a Nietzsche y a Comte, a Nagarjuna y a Osho, a Bunge y a Chalmers. Y si desde sus bases o en el proceso, nuestros miembros, investigadores y amigos se identifican con un sistema dado, ello es opción personal. Como organización, la vocación Scenia descansa en una visión Yoghística que trasciende (y con esto no pretendemos decir que supera) los formatos de la antigua ciencia de la India, y que nosotros denominamos "Epistemología Vital de Ciencia Síntesis". La misma, sin embargo, no es preformativa ideológica de nuestro trabajo investigativo. Y parte de la cultura institucional en la SCENIA es el no proselitismo - entiéndase bien-, la auto e interexigencia extremas, la investigación rigurosa. Ninguna de ellas, populares en las organizaciones cultistas o proselitistas.

El hecho de que la institución muestre una cierta afinidad hacia la Yoga, ¿no los indispone para una investigación filosófica y científica imparcial?

En absoluto. Quizás Ud. ha leído la magnífica obra de Fernando Mires, Crítica de la Razón Científica (ed. 2002, Editorial Nueva Sociedad, Caracas), en la que el autor, siguiendo a Weber, denuncia a las ideologías y a los profetas ideológicos disfrazados de docentes; y lo consecuenta en la idea que la racionalidad y la objetividad que la filosofía y la ciencia buscan a su modo, no pueden estar precondicionadas por compromisos ideológicos de ningún tipo.

Considere ahora a Adam Schaff, cuando, desde el marxismo, señala que toda aproximación cognoscitiva a la realidad implica para la instancia del sujeto una "mala" y una "buena" subjetividad, siendo el modo funcional de vérnosla con esta última no su negación o desconocimiento (como lo habrían hecho los positivistas), ni el temor y bloqueo, o la obstinación por su bloqueo artificial (como parecen prescribirla los filósofos y científicos ortodoxos), sino la comprensión del papel deformante potencial de este factor subjetivo y su sometimiento a disciplina.

Hasta mientras no superemos las limitaciones perspectivistas de nuestra condición humana - la tradición Yoghística asume que tal cosa es posible - debemos atender la interferencia de ese factor subjetivo en su doble dimensión social e individual, y controlarlo a través no de la apelación a una instancia ultraepistemológica inambigua como las que a su tiempo pretendieran representar el marxismo y la sociología del conocimiento, sino mediante la interdiscursividad crítica y la autodisciplina del factor subjetivo.

Por lo pronto, en Urania Scenia & Itipcap, tenemos en la Yoga = Epistemología Vital, un marco de trabajo no invasivo ni interferente con los niveles filosófico, científico, tecnológico, religioso, artístico, docente o de cualquiera otra índole. Aquí no se adoctrina sino que se investigan el potencial de las ideas en cuestión. Tampoco ofrecemos iniciaciones yóguicas. Como es sabido para los especialistas en la materia, un componente esencial a la vez que vehiculizador del logro terminal de tal disciplina es la relación discípulo - maestro. Y nosotros podemos ser investigadores ortodoxos o existenciales de la materia, pero estamos muy lejos de tener la maestría en cualquiera de sus ramas. El hecho de que estudiemos doctrinas orientales por sí mismas o para el desarrollo de técnicas de investigación o para el desarrollo de estados especiales de conciencia, no nos convierte automáticamente en portavoces autorizados de tales doctrinas.

Los eventuales puntos de vista que la organización Scenia pueda articular como teoría o como doctrina están sujetos al tratamiento crítico de la investigación comparativa y nunca serán transmitidos como la última palabra.

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