Parapsicología

001. Parapsicología. La historia alucinante de una ciencia que trata de encontrar explicación a fenómenos que están más allá de la comprensión humana.

La revista chilena Hechos Mundiales, de circulación internacional, hizo una importante contribución a la divulgación panorámica (que no vulgarización mediática) de la Parapsicología, para la comunidad hispano-hablante, en sus números 33 y 40 (década del 70, siglo XX). Como en todas sus entregas, el tratamiento satisfizo las exigencias académico - profesionales y artísticas según los estándares de la época, sin incurrir en el sensacionalismo y la especulación editorial, amén de las metalógicas comerciales, que es moneda común en nuestros días. Este Observatorio ha creído oportuno recuperar su información para el beneficio de la generación actual de lectores y estudiosos jóvenes, dejando sobreentendido el recurso de la actualización (*). Lo que sigue es, a grandes rasgos, nuestra versión de los contenidos del número 33 de la citada publicación.

De todas las ciencias, la Parapsicología (o el proyecto parapsicológico) es, sin duda, la más revolucionaria, habida cuenta de sus vastas implicancias para la comprensión integral del hombre, las relaciones humanas, la visión del universo y de la ciencia misma, las religiones y la ética.

A pesar de nuestros grandes avances en el conocimiento del Cosmos, hemos descuidado la realidad humana o la hemos caricaturizado y degradado a tenor de nuestros limitados paradigmas. Por eso, los avances en Parapsicología, más que frívolo sensacionalismo o extraordinarios descubrimientos acumulativos, constituyen una reivindicación a la condición humana que desde diversos frentes hemos contribuido a alienar.

Los acontecimientos paranormales, es decir, aquellos hechos psíquicos que desafían las leyes naturales hasta ahora conocidas, y las prácticas asociadas, se pierden en la noche de los tiempos. La aceptación y comprensión de los mismos, sin embargo, han seguido una trayectoria intrincada por túneles con muchos laberintos que, tanto hoy como lo hicieran ayer, amenazan tragar a quienes osan transitar por sus arterias sin la protección del pensamiento crítico y la inspiración de la apertura mental, perdiéndolos en la alienación más sombría, la sumisión más vergonzante o el descrédito de honras previas bien ganadas. Al final espera la luz.

Una primera aproximación a esta temática es, casi obligada, la apelación a su historia. Un recorrido por ella (estando incurso la antropología cultural) abunda en escenarios propicios para la puesta en escena de lo paranormal. Antecedentes precientíficos de la moderna Parapsicología los hallamos en Babilonia, con sus astrólogos; en Egipto, con su culto de los muertos; en Grecia, con sus oráculos y misterios; y en Roma, con sus augures y el sincretismo mágico - religioso(1). El Cristianismo deslindó desde sus inicios con toda suerte de hechicería y ocultismo, y enfrentó a los movimientos gnósticos que infestaban su doctrina; pero, si bien conquistó la espiritualidad de Occidente proyectándola hacia las edades Media, Moderna [y Posmoderna], no pudo sin embargo deshacerse de los vestigios del paganismo a cuya cosecha y vitalización ampliadas contribuyó, empero, significativamente, en el marco del medioevo y los tiempos modernos, como efecto paradojal de su cacería de brujas y erradicación de idolatrías. Irónicamente, estas prácticas serían los vectores seminales de la nueva ciencia.

En los tiempos modernos desfilan ante los ojos de una ciencia dura el Mesmerismo, el Neoocultismo y el Espiritismo. Mientras que el primero fue activamente desconocido (aunque de él derivara la posteriormente aceptada Hipnosis) y el segundo, ignorado por intrascendente al espíritu científico, el Espiritismo tuvo mayor suerte. Corresponde a este culto del "más-allá" el honor de haber conquistado el interés de los científicos más prominentes de la época (segunda mitad del siglo XIX) y la prudente (y a veces cándida) sanción de efectividad para algunos de sus fenómenos, que no para sus doctrinas. Esta entrega de Hechos mundiales pasa revista al fenómeno de masas desatado por las hermanas Fox (y su posterior retractación), la sistematización de la doctrina espírita por Allan Kardec (y el posterior cisma en el movimiento), y los portentos entre genuinos y trucados de notables médiums que causaran furor entre las masas, reservas entre la comunidad científica y rechazo de los sectores religiosos. Los nombres más sonados entre los médiums son: Daniel Douglas Home, el Reverendo Stanton Moses, Eusapia Paladino, Elizabeth D'Esperance y Linda Gazzera, de quienes se ofrece una semblanza sumaria, incidiéndose en la exposición de sus "dones" y performance estudiados y evaluados por celebridades.

En relación con el acceso científico a la fenomenología paranormal, la revista desarrolla las dos fases principales que registra la historia de la ciencia, sucediéndose en ese orden: la Metapsíquica y la Parapsicología. La primera tiene sus orígenes en los trabajos de la Sociedad Dialéctica de Londres en 1869 y las investigaciones del renombrado físico y químico Sir William Crookes, estudios motivados en ambos casos por la fenomenología espírita de efectos físicos. El surgimiento de la Parapsicología débese principalmente a los trabajos del Dr. Joseph B. Rhine quien en 1934, desde la Universidad de Duke (EEUU) presenta una metodología científica más rigurosa (experimentalista y estadística) para el estudio de los fenómenos paranormales. La denominación se adopta oficial e internacionalmente en el Congreso de Utrecht, celebrado en 1953. Téngase presente que entre ambas fases se celebran varios Congresos Internacionales de Investigaciones Psíquicas y tienen lugar las dos guerras mundiales, que trastocan la geopolítica del mundo al tiempo que repercuten en la Comunidad Científica.

Mientras que la Metapsíquica y el Espiritismo guardaban entre sí un maridaje "de conveniencia", hecho que traería no pocos problemas a varios distinguidos científicos y a la ciencia misma, la Parapsicología se distancia categóricamente de éste y otras formas de ocultismo, adquiriendo la necesaria autonomía y ganando en la comprensión de los fenómenos psíquicos. La revista expone los hitos principales, personajes, éxitos, fracasos y retos de estas dos fases de la investigación. Pero no se crea que el terreno es límpido y fácil para esta nueva ciencia. Por el contrario, sus cultores además de enfrentar la naturaleza escurridiza del fenómeno parapsicológico y la no proliferación de agentes dotados para el acceso o generación del fenómeno típico, tienen que vérselas con la dirimencia entre la ocurrencia genuina y el fraude, función para lo cual contra lo que pudiera esperarse no bastan las competencias y credenciales científicas como lo ilustran los sonados casos de Crookes, Flammarion, Charcot, Lombroso y Lodge (de la etapa metafísica), por no citar los casos de la etapa parapsicológica (2).

Puestos a la luz estos antecedentes, llega el turno a una exposición sistemática de los fenómenos paranormales, esto es, la descripción de los fenómenos típicos, su clasificación e ilustración casuística. Los investigadores distinguen entre fenómenos de efectos psíquicos o psi-gamma (PG) llamados también Percepción Extra Sensorial (ESP) y fenómenos de efectos físicos o psi-kappa (PK), también conocidos como Fenómenos de Metergia.

Cuadro 1

La telepatía - término acuñado por Myers - es definida como "una comunicación de impresiones diversas de un espíritu a otro, fuera de las vías sensoriales comunes"(Myers) o "percepción extrasensorial de las actividades psíquicas de otra persona" (Rhine) o, coloquialmente, como "transmisión [paranormal] del pensamiento", aunque no se sabe a ciencia cierta qué es lo que se transmite y qué es lo que se capta ¿ideas, palabras, emociones, imágenes mentales? De la clarividencia se dice que es "una correspondencia extrasensorial entre un estado mental del sujeto y un objeto material del mundo pasado, presente o futuro". Ambos fenómenos - la telepatía y la clarividencia - son escasamente diferenciables. [El factor crítico para su distinción es - se entiende - la ausencia de un sujeto emisor (clarividencia) versus la presencia de mínimamente dos sujetos - emisor y receptor (telepatía)].

Por su parte, entre los fenómenos de metergia destacan cuatro grupos: 1.- los fenómenos de Metakinesis (que bajo el rubro de metadinámicas, incluyen la telekinesis o movilización de objetos, la levitación de personas y la influencia de un agente sobre la caida de cuerpos; bajo el rubro de metafanismo o hiloclastia, incluyen los "aportes" espíritas y su contraparte, las desmaterializaciones o transposición de personas u objetos a través de otros planos/dimensiones de realidad; y bajo el rubro de toribismo refieren a la producción paranormal de ruidos imitativos como voces, música o golpes (raps) que no pueden explicarse por actos de ventriloquia o tecnológicos; 2.- los fenómenos de Metafisiología, que ostentan, entre otros, yoguis y faquires, y que les permiten controlar o transtornar sus funciones vegetativas: 3.-los fenómenos de Ideoplastia (transfiguraciones [Cristo], estigmatizaciones {Teresa Newman, Padre Pío} y las materializaciones ectoplasmáticas [Eusapia Paladino]) y 4.-los fenómenos de Infestación (conocidos en el folklore y el ocultismo como "casas embrujadas" o actividad de "poltergiest").

La relación presentada es un paso necesario pero no suficiente para dar cuenta de una nueva ciencia. Es necesario su puesta en causalidad, atender a la legalidad de estos fenómenos y su interpretación metafísica. Como se extrae de la revisión, no mucho se ha avanzado al respecto (3), Enfoques alternativos - y por tanto, en disputa - del fenómeno parapsicológico son: el idealista, el materialista o mecanicista y el ecléctico, cada uno de los cuales orienta la investigación por distintas avenidas. El enfoque idealista es conciencio-céntrico y en investigación propende a comprobar la hipótesis de la supervivencia de la conciencia a la muerte o algo parecido a una memoria extracerebral; el materialista es cerebro-céntrico y en investigación busca descubrir los mecanismos nerviosos responsables de los fenómenos llamados paranormales. Por su parte, el enfoque ecléctico prescinde de posiciones prefijadas e integra lo mejor de los anteriores.

Siendo Hechos Mundiales una publicación chilena, y habiendo pasado revista a las contribuciones europea y norteamericana a la gesta de la Parapsicología, no podía desatender a una visión hemisférica, orgánica, la que implementa en su apartado "La Parapsicología en América Latina". Aquí, luego de rescatar el terreno fértil que esta parte del globo representa para los temas paranormales, se resalta la experiencia de tres países sudamericanos: Argentina, Brasil y Chile, desde el sistema educativo y las instituciones privadas.

La revista concluye con una reflexión sobre las implicancias revolucionarias de la Parapsicología para el Hombre moderno y la Ciencia actual, proyectando una imagen promisoria de esta ciencia en su posicionamiento académico universitario.

☺Incorpora una bibliografía especializada con entradas parapsicológicas y ocultistas.

☺Dado el tiempo transcurrido desde la publicación de la revista hasta la fecha, contamos con un material precioso para evaluar la historia de las ideas científicas y relativizar concurrentemente conocimientos y actitudes en la generación y divulgación de éstos.

(1) Esta relación peca de extrema simplificación. Se ha escogido las manifestaciones más representativas, habida cuenta que en cada uno de los escenarios nombrados lo paranormal y las prácticas asociadas constituyeron un popurrí de expresiones. (2) El tema del fraude inducido por los sujetos o efectuados por algunos experimentadores, además de los defectos experimentales, es materia bien explotada por los opositores de la Parapsicología y motivo de alerta por los propios parapsicólogos. No lo trataremos acá para no adelantar a la revista. (3) Esto es válido tanto para los años 70 a los que se remonta la publicación como para la actualidad. (*)La actualización a la que nos referimos alcanza a la clasificación de los fenómenos parapsicológicos, el conocimiento acumulativo, los ejemplares temáticos y metodológicos, así como la organización, representación, docencia y ejercicio institucional de la disciplina, y su reconocimiento oficial. Lo mismo, para otras áreas de la ciencia (biología, neurociencia, psicología, etc) en lo que concurre con la Parapsicología. Llamamos la atención, particularmente sobre algunos fenómenos que se mencionan en la revista (metafisiológicos, oníricos, etc.)para los que se dispone ya de explicaciones no-parapsicológicas (¿vaciamiento de la Parapsicología?)