[Estudios Sapienciales] Code:17A53/SappiensLit/Gilgamesh
Ir a: [Cap. 1] [Cap. 2] [Cap. 3] [Cap. 4] Gilgamesh produce el enojo de su pueblo con su arrogancia y egoismo. Los dioses crean a Enkidu para enseñarle la humildad. *** ¡Observa las fuertes paredes de nuestra ciudad de Uruk! Estas paredes fueron construidas por Gilgamesh sobre una base creada en tiempos antiguos por los siete sabios, quienes trajeron gran conocimiento a nuestra tierra. La cumbre de nuestra pared exterior brilla con el resplandor del cobre, pero está hecha de ladrillo cocido. Ahora estudia las paredes interiores de nuestra ciudad. Examina el fino enladrillado. ¡Estas paredes, también, superan a todas las demás! ¡Ningún ser humano, ni siquiera un rey, será alguna vez capaz de construir paredes más impresionantes que las que Gilgamesh construyó alrededor de nuestra ciudad de Uruk! Ahora aproxímate al majestuoso Templo de Anu e Ishtar. ¡Ningún mortal, ni siquiera un rey, será alguna vez capaz de construir una estructura tan hermosa como la que Gilgamesh creó! ¡Sube y camina sobre las paredes de Uruk. Examina el fino enladrillado. Admira el majestuoso templo de Anu e Ishtar. Mira fijamente uno de los supremos logros del hombre! *** ¿Quién fue el Gilgamesh que construyó estas paredes de eviterna fama? ¿Quién fue el Gilgamesh que construyó este magnificente templo? Gilgamesh fue el célebre rey de la ciudad de Uruk. Para su pueblo, Gilgamesh fue un tirano que llegó a ser un gran héroe. *** Gilgamesh dejó su ciudad para aprender cómo eludir a la muerte, y retornó habiendo aprendido cómo vivir. En el curso de sus viajes, vio todo a través de la tierra. Porque él pensó sobre lo que había visto, llegó a saber todo lo que hace sabia a una persona. *** Cuando Gilgamesh retornó, grabó sus viajes y sus pensamientos sobre tabletas de piedra y colocó estas tabletas sobre las fuertes paredes de Uruk. Él describió el tiempo antes y durante el gran diluvio. Describió su largo, agotador viaje en búsqueda de la vida imperecedera. Y reveló los misterios ocultos de la vida y de la muerte que había descubierto. Él deseaba que su conocimiento ayude a su gente a mejorar sus vidas. *** Leed lo que Gilgamesh grabó en piedra sobre las fuertes paredes de la ciudad de Uruk para que tú, también, puedas ganar sabiduría. *** Gilgamesh era dos terceras partes dios y una tercera parte hombre. Su madre fue la sabia diosa Ninsun. Su padre fue el noble Lugalbanda, un mortal que también había sido rey de Uruk. *** Gilgamesh era tan deiforme que su pueblo supo que los dioses le habían favorecido. Nintu, la gran Diosa Madre que había formado a los primeros seres humanos de arcilla, también había creado a Gilgamesh. El radiante Shamash, dios del sol, le había dado gran belleza. Adad, dios de las tormentas, le había dado gran coraje. Ea, dios de la sabiduría, le había dado la capacidad de aprender de sus experiencias y convertirse en el más sabio de los hombres. Pero, a pesar de su diosa madre y todos sus divinos dones, Gilgamesh no era un dios, sino un hombre. Entonces, él estaba condenado a compartir el destino común de todos los seres humanos, cual es la muerte. *** Cuando Gilgamesh fue un joven rey, fue tan tozudo y temible como un toro salvaje. Fue el luchador y guerrero supremo. No conocía el miedo. No tenía respeto por la tradición. Usaba el tambor sagrado a su antojo. Hacía lo que quería aún cuando esto hiriera a los otros. El hecho de que su comportamiento molestaba a sus compañeros no lo contenía. *** Finalmente los nobles en Uruk llegaron a estar muy angustiados por el comportamiento de Gilgamesh. Se quejaban el uno al otro: "Gilgamesh es increíblemente arrogante, tanto de día como de noche.¿Es éste el modo como nuestro rey debe actuar? Es cierto que el pastor de nuestra amurallada ciudad debe ser valiente, ¡pero un rey debe ser también majestuoso y sabio! Gilgamesh interfiere en las vidas de sus súbditos más allá de su derecho como rey. Incluso en los hogares de sus nobles y guerreros, él se inmiscuye entre marido y mujer, entre madre e hija, y entre padre e hijo". *** Los dioses celestiales escucharon las quejas de los nobles de Uruk y se reunieron en asamblea para discutir sobre el comportamiento de Gilgamesh. Anu, padre de los dioses, llamó a la Diosa Madre delante de la asamblea y dijo: "¡Tú creaste al héroe Gilgamesh, el poderoso y salvaje hombre-toro que es! Ahora crea un hombre igualmente poderoso y valiente, Enkidu, para que sea como Gilgamesh. Haz el espíritu en el corazón de Enkidu como el del dios guerrero, Ninurta, para que éste se equipare al indomable espíritu en el corazón de Gilgamesh". *** "Luego envía a Enkidu a Uruk, y permite que estos dos gigantes entre los hombres luchen entre sí. Enkidu le enseñará a Gilgamesh su propio lugar en el mundo. Gilgamesh debe ser forzado a reconocer que, aunque deiforme que es, no es un dios. Una vez que aprenda que tiene limitaciones como todos los seres humanos, entonces el pueblo en la amurallada ciudad de Uruk será capaz de vivir en paz". *** Cuando escuchó estas palabras, Nintu concibió en su mente la imagen de un segundo hombre heroico, a quien creó en la forma del dios Anu. Lavó sus manos y pellizcó un pedazo de arcilla. Muy cuidadosamente plasmó en éste el diseño que había concebido y tiró la arcilla sobre el extenso llano cubierto de pasto a tres días de viaje de Uruk. Así ella creó al héroe Enkidu. *** Enkidu vino a la vida como un hombre hecho y derecho. En algunos modos él parecía más un animal que un hombre, debido a que su cuerpo entero estaba cubierto de greñudo pelaje. Cabello largo brotaba abundantemente sobre su cabeza como ricos campos de trigo. Como el dios del ganado, se vestía en pieles. Enkidu vivía como una criatura salvaje, lejos de la compañía de los seres humanos y entre los animales del llano. No era consciente ni de la gente ni de la tierra. Como sus compañeros, las gacelas, se alimentaba del pasto del llano. Junto con las bestias salvajes en el abrevadero, apuraba su turno para beber. *** Un día un cazador, que vivía de atrapar los animales salvajes, descubrió a Enkidu bebiendo en el abrevadero con las bestias salvajes. Sorprendido por la escena de ser humano tan extraño, el cazador retornó al aguadero durante los siguientes tres días. Cada vez clavaba la vista fascinado cuando veía a Enkidu entre los animales salvajes. Cada vez la escena del poderoso salvaje tanto asustaba al cazador que éste tomaba a sus perros y retornaba a su casa, donde se sentaba en silencio, aterrorizado por el salvaje. *** Finalmente, dijo el cazador a su padre: "Durante los tres últimos días he visto en el abrevadero un hombre salvaje que parece haber salido de las montañas. Es tan fuerte que de seguro es el más poderoso en la tierra. ¡De hecho, el espíritu de Anu, padre de los dioses celestiales, debe habitar su cuerpo! De lo que he sido capaz de observar de sus hábitos, parece deambular por las colinas. Se alimenta con las gacelas en el pasto del llano y bebe en el abrevadero con las bestias salvajes que se reúnen allí". *** "¡Estoy demasiado atemorizado para aproximármele", confesó el cazador, "sin embargo me está desposeyendo de mi medio de subsistencia. Él rellena con suciedad los hoyos que cavo, y rompe las trampas que pongo. Él libera a las bestias y a las criaturas más pequeñas del llano cada vez que mis aparatos las cogen y yo no puedo capturar más algún partido!" *** Su padre respondió: "Hijo mío, el heroico rey Gilgamesh vive en la amurallada ciudad de Uruk, la cual está sólo a tres días de camino de aquí. ¡Nadie es más poderoso que él! ¡Incluso este salvaje de quien hablas no puede posiblemente igualar su fuerza! ¡Gilgamesh es tan fuerte que el espíritu de Anu debe habitar su cuerpo!" *** "Entonces, tienes que ir a la amurallada ciudad de Uruk y contarle a Gilgamesh sobre este poderoso salvaje. De regreso trae a una sacerdotisa del templo y deja que ella eduque a este salvaje en las maneras de los seres humanos. Deja que ella lo encuentre en el abrevadero. Él será atraído por su belleza. Una vez que la abrace, las bestias del llano lo considerarán como un extraño y no se le asociarán más. Él será forzado a transformarse en humano". *** El cazador tomó el consejo de su padre y siguió el camino a la amurallada ciudad de Uruk. Tan pronto como el rey escuchó su historia, envió una sacerdotisa del templo para enseñar al hombre salvaje cómo actuar como un ser humano. *** Después de un viaje de tres días, el cazador y la sacerdotisa alcanzaron la casa del primero. Ellos pasaron todo el día sentados por el abrevadero, pero Enkidu nunca apareció entre las bestias salvajes. Temprano, el día segundo, el cazador y su compañera regresaron al abrevadero. Observaron cómo las bestias salvajes y las criaturas rastreras venían allí a beber. Finalmente Enkidu, el poderoso salvaje que estaba acostumbrado a alimentarse del pasto del llano con las gacelas y a beber en el abrevadero con las bestias salvajes, llegó. *** "¡Allí está!", exclamó el cazador. "¡Ése es el hombre salvaje que te he traído a ver! Tan pronto como te vea, se aproximará a ti. No tengais miedo, pues seguro estoy que él no te herirá. Permítele que te conozca, y enséñale lo que es ser un humano". *** Enkidu estuvo fascinado con la mujer, y pasó seis días y siete noches con ella. Olvidó el llano cubierto de pasto donde había nacido, las colinas donde había vagado y los animales salvajes que habían sido sus compañeros. Más tarde, cuando estuvo listo para reunirse con las bestias salvajes del llano, ellas sintieron que Enkidu era ahora un ser humano. Incluso las gacelas se corrieron de él, atemorizadas. *** Enkidu estuvo tan sorprendido por su cambio de comportamiento que, al principio, permaneció completamente quieto. Cuando trató de reunírseles, encontró que no podía correr más con la velocidad de una gacela. Él no era más el hombre salvaje que había sido. Sin embargo, había ganado algo a cambio de la velocidad que había perdido, porque ahora poseía mayor entendimiento y sabiduría. Retornó donde la mujer, se sentó a sus pies, y miró su cara con atención. Gilgamesh es una épica de la literatura Universal. [Leer Comentarios] [Hacer Comentarios] [Volver al índice] Ir a: [Cap. 1] [Cap. 2] [Cap. 3] [Cap. 4] Derechos Reservados ©2008 URANIA SCENIA & ITIPCAP |
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